Aprendamos a aprender sobre tecnologías 3D
Cuando soy consultado por nuevas implementaciones, recibo preguntas frecuentes como:
¿Qué escáner compro?, ¿Qué software uso?, ¿Qué impresora 3D me sirve? ¿Una versión “desktop” atiende mi necesidad? ¿Necesito una versión “industrial”? Y antes de responderlas, cuestiono
a mis clientes sobre si pensaron en:
¿Qué tanto necesitan integrar los protocolos de diagnóstico, tratamiento y mantenimiento? ¿Qué nivel de curva de aprendizaje desean afrontar? ¿Cuál es la capacidad de inversión?
Impresoras industriales poseen métodos avanzados para calibración. Esto es importante para asegurar el estándar de la calidad de los productos manufacturados. El encaje de piezas impresas, como guías quirírgucas o provisorios requieren también de aquellas micras de precisión.
La respuesta: “Lo mejor” no existe y siempre será relativa a las circunstancias. Se tiene
que establecer una decisión en función de una óptima relación de costo/beneficio que
permita alcanzar las metas establecidas para cada centro o sistema, dentro de un
intervalo prudente. Absolutamente toda implementación debe ser planificada en términos
de negocios si queremos minimizar el riesgo a la frustración, derroche e ineficiencias. Una inversión
no planificada, en lugar de un retorno prolífico, podría resultar en pérdida de liquidez o en intereses
de una deuda pendiente a ser pagada.
Como todo desarrollo del conocimiento humano, mientras más información se maneja, más
posibilidades de flujos de éxito existen y la falsa creencia de recetas de cocina se esfuman. Hoy
en día quien se casa con un único equipamiento o una única metodología, se condena a quedar
desfasado en poco tiempo. Y al mismo tiempo, la soberbia tiene piernas cortas.
La respuesta en resumen a todas esas preguntas es:
TODO TIENE UN CONTEXTO.
Uno de nuestros principios de acto médico es: no agregar exámenes auxiliares que no sumen a
nuestra conducta diagnóstica o terapéutica. Esto sea por el riesgo biológico de irradiar, de invadir,
de representar un costo para el paciente, entre otros. Bajo esta lógica, ¿La implementación que
deseo hacer realmente va a agregar los valores que creo? ¿compensa endeudarse por algo que no
conozco?
Diseño CAD de una estructura metálica para prótesis parcial fija sobre dientes. Diseñado en Exocad.

Tecnología sustractiva (CNC) de metales tiene mejor acabado superficial que la impresión 3D de metales. Esto tampoco significa que debamos fresar pilares sobre implantes. Significa que se utilicen pilares de fábrica provistos por procesos CNC industriales.
Por otro lado, parte del post-procesado de la pieza impresa en SLM incluye procesos térmicos específicos a cada aleación (tiempos, temperaturas y ciclos). Deben ser completados antes de aplicar cerámica encima, caso contrario se fisurará al corto plazo ya que el metal y la cerámica tienen coeficientes de expansión térmica diferente. Si cementaste o atornillaste un puente que tuvo estructura metálica por SLM y ves fracturas tempranas, lo más probable es que no sea por fuerzas de oclusión, sino porque el post-procesado térmico del metal no fue adecuado.
Foto: Rodrigo Salazar y Paulo Inforçatii.
Nunca compren algo por moda, es muy fácil caer en ella. Para esclarecer este punto, hagamos un contraste con una pregunta tan amplia como: ¿Qué resina debería utilizar para restauraciones dentarias? Un investigador experimental en biomateriales responderá de una manera. Un administrador de una red nacional de salud responderá de otra. Un especialista clínico responderá diferente. Un representante comercial así lo hará también. Todas podrían ser válidas, algunas coincidentes, ninguna será la única. Independientemente de qué respuesta hayan dado en su mente al leer estas preguntas, probablemente coincidiremos en que con seguridad cambiaremos de opinión en el tiempo. Sea por una nueva versión o porque falte conocer todo el universo de la oferta. Parte de la responsabilidad de un profesional de salud es que por medio de juicio crítico se interprete que existen tantas respuestas como perspectivas.
Creer automáticamente que “lo mejor” es lo más caro, o que lo mejor es lo que “más se usa” es un serio error. Evidencia de esta situación ser real es cuando nos han ofrecido comprar insumos o equipamientos con la famosa frase: “esto es lo que más me llevan” y la venta se ejecutó.
Lo importante sobre este cuestionamiento es entender ¿Qué problema enfrento? y consecuentemente, entender ¿Qué resuelve este problema? Sobre todo, si nos encontramos indagando sobre innovaciones tecnológicas. Es muy importante interiorizar que la tecnología no hace al profesional. No por tener un equipamiento más “grande” o “moderno”, te hace ser mejor clínico. Comprar un equipamiento sólo por estrategia de “marketing” hará que se prioricen las apariencias, por encima del fondo y real importancia. Esto es reflejo de una escala de valores desordenada. No confundir los procesos de mejora continua con modas. Un nuevo equipamiento no es un salvavidas empresarial. Si tus flujos y procesos están desalineados (o no están comprendidos), un nuevo equipamiento no será la fórmula mágica que llenará una sala de espera. Los pacientes confiarán cada vez más en un sistema por múltiples otras valoraciones y no por las apariencias. Tú como profesional vales más que un equipamiento.

Modelo 3D del rostro de
un paciente, obtenido
por fotogrametría
monoscópica bajo
protocolo “PlusID”
de Salazar-Gamarra,
Cícero Moraes, Rose Mary
Seelaus, Jorge Da Silva y
Luciano Dib.
Fue utilizado un teléfono
celular y el software de
código abierto Blender.
¿Cómo comenzar a entender sobre
innovaciones tecnológicas?
Las ciencias aplicadas por detrás de las
tecnologías no forman parte de la formación
de un profesional de salud y por eso existen
programadores, desarrolladores, diversos
de tipos de ingenieros, químicos, físicos,
ilustradores biomédicos, diseñadores 3D, entre
varios otros que, por el nombre se facilita
entender qué función cumplen. Y a pesar de
la implícita complejidad multiprofesional y
transdisciplinaria que implica la creación de un
software o hardware, lo agitado de nuestra
profesión suele dejar sólo el interés
en entender qué secuencia de botones
apretar para que obtengamos nuestro
producto deseado. Es entendible, ya que
los niveles de interés y curiosidad pueden ser
diferentes, siempre y cuando se cruza al menos
el umbral de saber si nuestra implementación
es segura para la salud de nuestro paciente.
Pero, así como existen tantas líneas de investigación que se preocupan por la
molécula específica que nos permitirá adherir
un sustrato a otro, ¿por qué no preocuparse
de, al menos, lo básico por detrás de un
software? De alguna manera tenemos que
entender el valor (o no) delos miles de dólares
por cada módulo o actualización. Códigos de
programación y algoritmos en permanente
evolución son los que hacen posible que cada
botón que sea apretado ejecute la función
que deseas. Se trata de entender al menos la
lógica del funcionamiento.
En la ignorancia del usuario se
encuentra una necesidad. Y por detrás
de esa necesidad siempre existirá un
emprendedor tomando el espacio del
negocio.
No olvidar que los sistemas tecnológicos
son también emprendimientos empresariales.
Sistemas integrados de software y hardware
basan en ser soluciones eficientes bajo una
experiencia amigable. Valores agregados
son, por ejemplo: bibliotecas digitales,
funciones parcialmente automatizadas, redes
de relacionamiento, entre otros. Algunos de
estos emprendimientos tienen no menos de
dos décadas en mejora continua y es muy
favorable para nuestra profesión porque son
un segmento de la industria apostando por
nichos, como el nuestro, que por sí sola no
producen tecnología. La dificultad suele ser
el alto precio para los microempresarios (que
son la mayoría), que no tienen la capacidad
de retornar su inversión a corto plazo. Más
aún si en la mente y capital de trabajo de un
profesional independiente está entre conseguir
comprar una casa propia o comprar dicho
sistema integrado. Filosofía “Chairside” e
“in-office” vs tercerización de laboratorio:
una decisión netamente administrativa.
Otra dificultad para los usuarios es el
entrenamiento en sus sistemas. Más aún
porque correcciones y actualizaciones son
permanentemente desarrolladas (evolución
en la programación de los algoritmos). Y cada
nueva función podría ser tan compleja que
requiere de un nuevo entrenamiento. Muchos
de estos no están expuestos en medios
públicos y deben ser por medio de cursos, o
incluidos en los costos de actualización.
A pesar de la amplia diversidad de oferta
digital, hoy en día un único sistema no va a
conseguir resolver todo lo que necesitas.
Lo importante es contrastar cuáles son los
alcances y necesidades para comenzar a
decidir.
Para entender cómo se comunican los
diferentes hardware y software, es importante
resaltar que los tres grandes procesos de un flujo
de trabajo con tecnologías tridimensionales se
dividen en las siguientes etapas:
1. Adquisición de imágenes
2. Modelado 3D
3. Materialización 3D.
Centenas de materiales, consistencias, colores, densidades son viables y disponibles de ser transformados por medio de mecanismos CAD-CAM para la industria. Eso no significa que todo material pueda ser utilizado en pacientes. Muy por el contrario cada tipo de biomaterial, por el hecho de estar en contacto con el paciente con fines terapéuticos, debe contar con certificados de biocompatibilidad. Algunos de estos materiales, en resina por ejemplo, que cuentan con estos certificados permiten un contacto directo permanente de no más de 24 horas. Esto es material-dependiente. En la foto se ve una muestra en resina de color, obtenida por la impresora Mimaki.
Sea por impresión 3D (manufactura aditiva)
o sustracción 3D (manufactura sustractiva).
Cada etapa mencionada tiene no menos de
un software y un hardware que deben funcionar
conjuntamente. Por ejemplo: El tomógrafo,
como equipamiento, es el hardware y el
programa con el que le indicas los parámetros
para que funcione, es el software.
Si indicas una tomografía formato DICOM
y sólo fue necesaria visualizarla para un fin
diagnóstico y/o terapéutico, fueron utilizados
recursos de la adquisición de imágenes 3D.
Si adicionalmente, abriste dicha tomografía en
otro programa de computadora específico que
te permitía simular una cirugía para colocación
de implantes (como Dental Slice, BlueSkyBio,
etc.), comenzaste a utilizar recursos de
modelado 3D. Si tu objetivo es materializar
una guía quirúrgica 3D, modelarás en 3D
dicha guía en un programa como Meshmixer o
Exocad y luego usarás recursos de impresión
3D, bajo la tecnología prudente. La forma
en que estas etapas se vinculan entre sí es
por medio de los archivos 3D. Existen varias
decenas de ellos dependiendo del tipo de
información que cargan. El archivo más común
es el STL. Aún se encontrará vigente por un
tiempo más, pero está cada vez más próximo
a encontrarse en desuso, por funcionalidades
que este no tiene cómo cargar como: color,
unidad geométrica triangular que resultan en
archivos muy pesados para conseguir mallas
complejas, entre otras incapacidades de portar
atribuciones CAD.
Capacidades digitales
Hoy, por tecnologías 3D digitalizamos
a nuestros pacientes intraoralmente y
extraoralmente, reproducimos estática y
dinámica masticatoria, vía aérea, integramos
volumétricamente todos los exámenes
auxiliares que necesitamos, diagnosticamos
y planificamos simulando tratamientos en
3D (contamos con “CTRL+Z”) y finalmente
transportamos a nuestro paciente dicho
planteamiento por medio de manufactura
aditiva (impresiones 3D) o sustractiva.
Producimos provisionales unitarias o
parciales en resina, guías quirúrgicas de
todo tipo, calcinables, férulas, alineadores
ortodónticos, splints quirúrgicos, cubetas individuales, bases metálicas, cofias unitarias o
múltiples, estructuras sobre implantes, barras,
componentes especiales o descontinuados,
prótesis completa y varias otras cosas más
que podrán empezar a entender con el cómo,
cuándo y por qué.
Impresora de resina industrial Polyjet
El último pensamiento que
deseo dejarles es:
Sueño con una odontología peruana profesionalizada en todo el orden de la palabra: no somos procedimentólogos, somos profesionales de salud en una profesión maravillosa y al servicio de múltiples otras profesiones para devolver la calidad de vida de seres humanos (no de dientes). Tomemos las decisiones correctas y seamos portavoces de un gremio profesional sólido. No por lo que nuestras palabras digan y sí por la manera en que resolvamos los problemas.
Impresión de mandíbula con reconstrucción microvascular por cáncer. Materializada a partir de Sinterización Laser Selectiva (SLS). Material utilizado: Poliamida (Nylon)
Sobre el
Dr. Rodrigo Salazar Gamarra
Es consultor de Innovación Tecnológica para la Salud, premiado por “MIT Technology Review” como “Innovador Humanitario de menos de 35 años 2018” para América Latina. Actúa como Director de Relaciones Institucionales de la ONG “Mais Identidade (+ ID)” en São Paulo - Brasil y Asesor de Innovación Tecnológica y Rehabilitación Bucomaxilofacial para la Fundación OREMA en Chile, la cual es aliada del Instituto Nacional del Cáncer de Santiago de Chile. Ha sido nombrado Vicepresidente de la Sociedad Latinoamericana de Rehabilitación Bucomaxilofacial 2018-2020 y Presidente electo de la Asociación Internacional de Anaplastología 2020-2021. Es Docente de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC) y cuenta con Práctica Clínica Odontológica especializada en Lima.
Activista en la solución de problemas de salud con tecnologías 3D accesibles. Creador de la metodología (+ ID) para la rehabilitación con prótesis 3D para rostros con deformidades debidas a accidentes, malformaciones y cáncer, utilizando teléfonos inteligentes, software libre e impresoras 3D. Registró una patente con su equipo sobre el método. Conciencia global: (+ ID) está siendo utilizada en 8 países de 4 continentes diferentes y ha atraído a la prensa internacional con cobertura de más de 200 historias traducidas a 37 + países. Esto incluye cobertura de Discovery Channel, National Geographic, Fox News, New York Post, Daily Mail y otros.
Dentro de su formación en pregrado, especialidad, maestría y doctorado ha recibido becas estudios en Perú, Holanda, Brasil y Estados Unidos, así como fondos de apoyo para la investigación en Perú y Brasil. Su trabajo ha sido expuesto en museos bajo exposiciones itinerantes: “Bespoke Bodies: The Design & Craft of Prosthetics” de la “Design Museum Foundation” en Portland, San Francisco y Boston en Estados Unidos. Así como en el “Museo a la impresión 3D” en Espacio Fundación Telefónica-Lima, Perú.
Autor de artículos y capítulos de libros y conferencista internacional en alrededor de 90 oportunidades en 3 continentes diferentes.
Organizó proyectos de responsabilidad social para la prevención, promoción, recuperación y mantenimiento de la salud en alrededor de 90 oportunidades en 25 distritos del Perú. @dr.rodrigosalazar https://rodrigosalazar.org